EXCURSIÓN AL CONDADO DE WICKLOW Y MÁS DE DUBLÍN

Hoy era el día que más me apetecía que llegara para poder conocer las montañas y el paisaje de Irlanda, ya que dicen que una excursión por el condado de Wicklow te permite hacerte una idea de cómo es Irlanda en general y para una primera escapada al país, me parecía buena idea ya que es conocido como el jardín de Irlanda.

Las opciones era alquilar un coche para un día o contratar una excursión. Al final decidí contratar la excursión del condado de Wicklow con la compañía “Irlanda en español” por 35 euros por persona y la verdad es que mereció la pena. Es una empresa de españoles que viven allí y se dedican a hacer excursiones por Irlanda en el idioma español. Son muy majos y nos lo explicaron todos muy bien. Además tuvimos la suerte de que el grupo de ese día era pequeñito e íbamos todos en una furgoneta.

Yo había contratado la excursión por su web y éramos los únicos que cogíamos la excursión en Suffolk Street a las 9:25 porque todos subían en O´Connell Street, y ahí estábamos mi costillo y yo media hora antes esperando. Yo veía que llegaba la hora y no veía nadie y ya estaba empezando a rallarme cuando me llamaron para decirme que venían de camino. Al llegar me dijeron que estaban tan preocupados ellos como yo porque veían que había pagado la entrada y no iba porque en realidad estaban esperándome en otro sitio. Al final todo solucionado, pero hubo un ratito con un pelín de incertidumbre.

Nada más subir a la furgo, la guía empezó a contarnos cosas sobre Dublín muy interesantes y en cuanto salimos de la ciudad empezamos a ver ovejas y vacas y eran todos praderas. 

Cuando llevábamos unos 30 minutos de trayecto, llegamos a nuestra primera parada del día: la mansión de neoclásica de Powerscourt donde hicimos muchísimas fotos en los jardines japoneses e italianos, en el cementerio de mascotas que hay dentro de los jardines, su torre y un montón de rincones donde las fotos y las vistas eran impresionantes. Cuando salimos de los jardines estuve (lo digo en 1º persona, porque mi costillo ná de ná) mirando en las tiendas de Avoca que hay dentro de la mansión. Habían cosas muy chulas pero carísimas.












Al ser un grupo pequeño nos llevaron a hacer una parada extra y nos fuimos a ver el lago Guinness, que tiene este nombre por el color oscuro del agua y se ha quedado con este nombre. Yo me flipé tanto a hacer fotos en los jardines que me quedé sin poder hacer fotos con la cámara por que las pilas estaban gastadas y las otras no sé por qué motivo misterioso se me descargaron, y me tocó hacer las fotos con el móvil. Bueno….menos da una piedra, no?? Me tengo que conformar de la forma que sea.



Estuvimos un pequeño rato viendo este lago porque hacia un frio del carajo y como curiosidad os puedo decir que sale en la peli de P.D Te quiero. Después de ver esto, ya nos volvimos a montar en la furgo de camino al valle de Glendalough.

Me voy a poner en modo historiadora y os voy a contar que este valle Glendalough que significa “valle de los dos lagos”, es un conjunto monacal situado en el condado de Wicklow en Irlanda. El conjunto monasterial fue creado por San Kevin en el siglo VI continuando su labor monástica hasta la disolución de los monasterios en 1539.









La mayoría de los edificios fueron construidos entre los siglos VIII y XII siendo restaurados en el siglo XIX. El monasterio se convirtió en un importante centro de peregrinación tras la muerte del santo. El complejo sufrió varios ataques vikingos pero el peor saqueo se sufrió en 1398 por parte de los ingleses.

Ahí nos hicimos las fotos de rigor con la cruz de St Kevin porque la leyenda dice que si consigues rodear la cruz con los dos brazos por completo vuelves de visita a Irlanda y ahí está el problema de que yo no lo conseguí y mis costillo le sobraban brazos, mira a ver si tiene razón y no voy a volver para conocer el país, jejeje!!! Por lo menos aquí no te hacen tirar monedas para volver.







Después de ver el Monasterio de Glendalough hicimos el recorrido de ida y vuelta a pie para ver el Lago Inferior y el Lago Superior. El trayecto no es largo y merece mucho la pena.

Cuando volvimos de regreso a donde está la entrada del monasterio nos fuimos a pillar comida de un puesto que hay justo en frente de la entrada porque eran las 16:30 de la tarde y nos barrigas rugían de hambre. Yo pedí fish and chips y mis costillo hamburguesa completa con patatas y nos fuimos con una pareja de la excursión a comer a una mesa con sillitas que había en un parque de al lado y estuvimos hablando hasta que se hizo la hora de volver a subir a la furgo para regresar a Dublín.

Después de una hora nos dejaron en Dublín y nos fuimos directos a comprar pilas para la cámara porque yo no me había llevado el cargador. Cuando ya teníamos las pilas nos fuimos a hacer la visita del Trinity College que es la universidad más famosa y con más tradición de Irlanda.

Sus alumnos eran mayoritariamente protestantes en sus orígenes, pero hoy no existen distinciones de clase o religión entre sus estudiantes. Es un buen lugar para entrar y darse una vuelta por entre sus edificios, en un ambiente de paz, calma y tranquilidad. Tiene también una famosa biblioteca que alberga el códice del llamado Libro de Kells, que data del año 800 y que puede ser visitado por los turistas previo pago de una entrada pero nosotros pasábamos de pagar 9 euros cada uno para ver un libro y eso no lo vimos.

Precios de admisión 
• Adultos: 9 € 
• Los estudiantes edad: 8 € 
• Bono familiar: € 18 (2 adultos y 4 niños) 
• Tasa de grupo: € 6,50 por persona para grupos de 10 o más 
• Grupos de la escuela (18 años de edad y menores) acompañados de sus maestros: libre de admisión del 1 de octubre al 1 de abril 
• Los niños (menores de 12 años): libre de todo el año alrededor de 
Horario de apertura 
Lunes - el sábado 09: 30-17: 00 
El domingo (mayo - septiembre) 09: 30-16: 30 
El domingo (octubre a abril) 12: 00-16: 30










Después de ver el Trinity College por dentro, nos fuimos a pasear por Grafton Street y a ver la estatua de Molly Malone, que para quien no lo sepa es la protagonista de una de las canciones más conocidas del folclore irlandés.

La canción cuenta la historia de una mujer pluriempleada porque era pescadera de día y prostituta de noche.

Grafton Street es la calle comercial con más prestigio de Dublín y una de las más caras de Europa. Es muy bonito darse un paseo por ella, especialmente los fines de semana -en Dublín las tiendas abren también los sábados y los domingos- y encontrarse, además de algunas de las tiendas más caras de Dublín, espectáculos de mimos y músicos callejeros, actuaciones y muchísimo ambiente. En ella hay sobre todo tiendas de ropa y grandes almacenes.

 









Caminamos hasta el final de la calle para visitar St Stephen´s Green que es el parque más conocido de Dublin, allí estuvimos paseando y haciendo fotos.

Cuando salimos del parque entramos a dar una vuelta por el centro comercial que hay enfrente y que hay que decir que su estructura es preciosa. 







Después de caminar y caminar todo el día, estábamos tan cansaditos que lo único que nos apetecía hacer era comprar comida en un super e irnos a la habitación del B&B a cenar mientras veíamos un poco de Friends por la tele. Hoy había sido un día intenso e inolvidable!!!