¡Oh! Que penita, hoy era nuestro
último día en la isla de Malta.
Nuestro avión salía a las 7 de la
tarde, así que teníamos casi todo el día para poder aprovecharlo bien.
Desayunamos y como este era un viaje de placer y de relax, entre que recogimos
todo y nos fuimos a dejar las maletas en el hotel se nos hicieron casi las 10
de la mañana. Pero no pasaba nada, ya que nuestra intención de hoy era ir a ver
el puerto de Marsaxlokk y después pasear por Valleta y comprar algunos
regalitos para traernos.
Cogimos de nuevo el bus número 13
y nos fuimos hacia la estación de autobuses de Valleta.
Para ir a Marsaxlokk teníamos que
coger el bus número 81 y tuvimos otra vez bastante suerte, ya que nada más
llegar, vimos que el autobús llegaba a la parada. Nos subimos y a los 10
minutos ya estábamos en marcha.
Tardamos una hora aproximadamente
en llegar. Se ve que este autobús hace muchas paradas para llegar hasta allí
porque en el mapa, el recorrido no era tan largo.
El autobús te deja en un lateral
del puerto y de ahí ya puedes pasear por él. A nosotras nos gustó mucho y nos
habría gustado mucho más si las condiciones hubieran sido otras. Hay que tener
en cuenta que los domingos cuando ponen el mercado de pescado, tiene que ser
completamente diferente y si a eso le sumamos que hacía bastante frío y estaba
nublado, las vistas no son lo mismo. Y aún así nos gustó bastante, así que
imaginábamos como sería en verano y con un día de mercado.
Marsaxlokk es una localidad de pescadores que está en el sur de la
isla. La verdad es que la zona sur no suele ofrecer grandes atractivos para los
turistas, salvo quizá algún yacimiento neolítico como los templos de Tarxien y el hipogeo Hal Saflieni
en la localidad de Paola o alguna zona
para bucear en el suroeste de la isla, pero este pueblo esta muy bien valorado
y aparece en la ruta de muchos viajeros.
Estuvimos dando una vuelta por el
paseo y mi madre aprovechó para comprarse un delantal con motivos malteses típicamente
hecho para los guiris, jajaja!!
En nuestro paseo dedicamos un
rato a observar la actividad de los pescadores y de las personas de la zona.
El paseo está lleno de bares y de
restaurantes para sentarse a comer y no son extremadamente caros. Hay para
todos los gustos y bolsillos. Nosotras decidimos que ya que estábamos ahí
queríamos probar algún plato de marisco, pero en realidad ninguno ofrecía una
mariscada como la podemos encontrar en España, así que decidimos entrar en uno
que tenía risotto (mi madre quería comer eso ese día) y que tenían coctel de
gambas y pasta a la marinera que era lo que quería comer yo.
En base a nuestra elección, creo
que no nos sirvió de nada mirar algunos restaurantes porque creo que elegimos
el peor. La comida no estaba nada buena y el local era de higiene sospechosa.
La cuestión es que tenían un plato de pescado fresco del día para que la gente
eligiera el tipo de pescado que quería a la parrilla. El tío no hacía más que
sacar y meter el pescado, en cuanto veía a alguien pasar, allá que iba a la
calle a enseñarle el pescado “fresco” que tenía, y al rato de pasear el pescado
por medio puerto, llegaron unos guiris, eligieron el pescado y les pusieron los
pescados que habían paseado por todo el paseo y volvieron a poner unos nuevos
en la bandeja. Los pobres guiris se llevaron los pescaditos con los ojos extraños
y la boca abierta…uff! Que asco!! Y nuestra comida….que decir de nuestra comida…
La bruschetta que pedimos tenía
el pan socarrado, mi pasta estaba asquerosa y el risotto de mi madre, era una “plasterá”
de arroz que sólo sabia a pimiento.
Salimos de allí con una angustia
que pa’ que… creo que hicimos la comida más rápida de todos los días!! Si vais
allí, cuidado con el restaurante que elegís. Lo mejor hubiera sido que nos hubiéramos
ido al de las pizzas, que por los menos hubiéramos comido.
Después de comer y haber hecho
mil fotos en el puerto (bueno mil, no, unas cuantas sólo), cogimos el bus de
regreso a Valleta.
Una vez en Valleta, estuvimos
paseando por Republic Street para comprar regalitos y nos llevamos un llavero,
una pulsera, dos imanes-abrelatas del típico autobús de Malta y un marco de
fotos que es un autobús. Que íbamos a comprar si no, después de la panchada a
coger autobuses que nos habíamos metido entre pecho y espalda en este viaje.
Acabamos nuestras compras y nos
fuimos de regreso al hotel a recoger nuestras maletas. Y de ahí derechitas a la
parada del autobús a coger el X2 para ir al aeropuerto.
Como ya os dije en otro etapa
cualquier autobús que lleve X os lleva al aeropuerto. Nosotras estábamos 45 minutos
esperando en la parada a que llegara el autobús y no venía, así que nos
cansamos de esperar y cogimos el primer bus que pasó con destino Valleta.
Después de lo que habíamos tardado en llegar el primer día desde el aeropuerto,
no nos podíamos arriesgar a coger el autobús muy tarde porque no sabíamos
cuanto podría tardar en llegar. Así que por eso cambiamos de planes y nos
fuimos a por otro.
Una vez estéis en la estación de
buses de Valleta, podéis coger tanto el X4 como X5 para ir al aeropuerto. El
primero que llegó fue el X5, así que nos subimos y en poco más de 30 minutos
estábamos en el Aeropuerto de Malta.
El vuelo de regreso salió puntual
y a las 9 de la noche ya estábamos en Valencia y nos estaban esperando mi padre
y mi costi para irnos a casa.
Buen diario. Enhorabuena y espero que me sirva para preparar nuestro más que probable viaje en Diciembre. Un saludo de un forero de losviajeros.
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