miércoles, 28 de mayo de 2014

Visita a la ciudad balneario de Karlovy Vary

Hoy nos tocaba de nuevo excursión por la República Checa. El sitio elegido fue Karlovy Vary porque ya hace unos años, viendo la película de Casino Royal, me entraron ganas de visitar esa ciudad.

El bus, como todos los demás, lo pillamos con Student Agency y salía de la estación de Florenc a las 10 de la mañana, así que para allá que nos fuimos para ser puntuales y hacer nuestra última excursión del viaje. 




Cuando llevábamos 6 minutos subidos en el bus y todavía no habíamos salido de Praga, el bus de estropeo. Nos bajaron y nos tocó esperar hora y media que viniera otro autobús para llevarnos al destino. Ah! y todo esto bajo una solana abrasadora. Os imagináis el calor que he pasado en este viaje???

Cuando por fin llegó nuestro bus, nos subimos y llegamos a Karlovy Vary en casi dos horas. El bus te deja casi en el centro de la ciudad, así que cogimos carretera y manta.




Nuestro objetivo era ver el Grandhotel Pupp Hotel que es donde se rodaron escenas exteriores de la peli Casino Royal y como está en el otro extremo de la ciudad, nos plantemos un recorrido bastante chulo siguiendo prácticamente el curso del río, así que es muy fácil situarte.

Confirme fuimos andando, llegamos al río y ahí puedes ver el III Spa que es uno de los hoteles termales más importantes de la ciudad.





Desde ahí teníamos cerca el Parkhotel Richmond que es atractivo por su arquitectura clásica, su jardín japonés y una estatua de ciervo. Desde el Richmond si sigues por la calle Slovenská puedes llegar al hotel Imperial (del año 1912) y que te sorprende por su tamaño y belleza.

Como ahí ya apretaba el hambre y llevábamos unos sándwiches que habíamos comprado en un supermercado de Praga, nos sentamos en una escalera a comer, mientras veíamos a muchos turistas pasar.

Acabamos de comer y seguimos andando cerca del curso del río hasta que nos encontramos con la columnata del Molino donde se apoyan de su techo 124 columnas y entre la sombrita que hace y las fuentes que hay aprovechamos para refrescarnos un poco.

Ahí, en un puente que cruza el río, aprovechamos para hacernos unas fotos saltando por el aire, mientras la gente pasaba y se reía.





Llega un momento que dejas de ver el río y vas pasando entre casas bajitas llenas de tiendas de joyas, cristal y souvenirs, para volver a verlo otra vez cuando llegas y te encuentras con la Columnata del Castillo y la del mercado, repletas de fuentes.




Cerca de ahí hay un geiser en el que el agua sale a 72 grados y se llama Hot Spring. Entramos a verlo y justo antes de la entrada, aprovechamos para pararnos en unas tiendas de vidrio donde había cosas realmente preciosas pero prohibitivas en los precios.







Justo cuando salimos del geiser, subimos unas escaleras que te lleva a la Iglesia de Santa María Magdalena.



Seguimos andando a lo largo del río hasta que llegamos al final y pudimos ver los exteriores del Grandhotel Pupp. He de decir que las tiendas de alrededor del hotel son de ropa de Max Mara, Chanel, Dior, etc, vamos!!! que entro y me salgo con 2 modelitos por cuatro perras!!!



Una vez, hicimos todo el recorrido volvimos hasta la estación, no sin antes desviarnos por un camino que subía hacía la montaña para ver la zona residencial, pero sobretodo, para ver la Iglesia Ortodoxa de San Peter y St Paul.





Desde ahí, nos fuimos a tomarnos un smothie porque estábamos sedientos y a esperar a que se hiciera la hora para coger el bus.

Cuidado a la hora de coger el bus de vuelta. Nosotros nos fuimos a la misma parada donde nos había dejado a la ida y para volver no es la misma. Te tienes que desplazar unos 400 metros para llegar a la estación correcta y nosotros llegamos por los pelos. Casi lo perdemos.

Llegamos a Praga sobre las 8 y cenamos en un vegetariano que estaba cerca de nuestro hotel y nos fuimos a descansar que mañana era nuestro último día de viaje y nos quedaban bastantes cosas que ver. 



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